martes, 22 de febrero de 2011

Besos y polenta con pajaritos

Tres páginas de un capítulo de la historieta Polenta con pajaritos! publicada por la revista Fierro (ochentera) de Buenos Aires / Grafito en polvo restregado sobre papel madera, lápiz Othelo 6B, goma de borrar Staedtler y tempera blanca / Click sobre las imágenes para ampliar.

Ese primer beso que marca la historia de los sentimientos,
que nos deja solos por primera vez enfrentando al amor,
que nos interroga por primera vez si ella miente o yo miento
y entre los dos labios ya se siente el gusto del primer dolor.

sábado, 19 de febrero de 2011

Freak City

Buscando el equilibrio (versión 2) / Freak City capítulo 4 / tinta Windsor & Newton negra, pincel PMO 16 Vallejo Paint Master, pluma Brauser & Co Nº 65 Iserlohn Germany, Pluma Brauser & Co Ornament 500 Germany sobre cartulinas Graft it 90 g Sketh 41 Ib / Click sobre las imágenes para ampliar.
Así como el amor permite volar a los enamorados de Freak City, la falta de amor les quita el poder del vuelo y los deja a merced de la ley de extrema gravedad, buscando un equilibrio tan difícil, una búsqueda tan sin ganas de buscar, una pérdida de tiempo tan en caída libre hacia el fondo del llanto de todos los llantos, que terminan corriendo el riesgo de morirse de un suspiro en lugar de gobernar ese alma que se les cayó a los pies justamente para aferrarse con alma y vida al alambre del equilibrio mas equilibrio de todos de los equilibrios, el del amor... propio.

jueves, 17 de febrero de 2011

Violencia de género

Cursos de formación para profesionales que están trabajando en violencia de género / octubre noviembre 2010, Barcelona / Impartido por Mariana Hernández Larguía, educadora social, docente, especialista en psicoprofilaxis del parto, dirigente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Argentina, editora de la revista Ángel de Lata para niños en situación de calle / Diploma y boceto / Click sobre las imágenes para ampliar.

martes, 15 de febrero de 2011

Los vuelos rasantes del ángel delator

Tapa de la revista Ángel de Lata de la ciudad de Rosario / Acrílico sobre lienzo 100 cm x 100 cm / Click sobre la imágen para ampliar / "El diablo mas diablo entre los diablos", cuento a modo de nota editorial de la revista El Ángel de Lata (en la columna Los vuelos rasantes de ángel delator).

Si el pueblo todavía quiere saber de que se trata
que lea la revista el Ángel de Lata.

El diablo mas diablo entre los diablos.

Oh, demonio recaudador de impuestos descomunales y de caudales criminales y de herencias ancestrales. Impertérrito exterminador de días felices deambulando por la nefasta soledad de las fiestas y de la vida y de la historia, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanta indolencia?, ¿cuánto vale una nochebuena en paz y dulces panes y un fin de año y mejor principio de copas de cristales?, ¿cuánto?, así te dejás de joder.
El Cachirulo y el Pachuca se quedaron hasta muy tarde en el centro de la ciudad, anonadados. Alguien, con muchísima plata seguramente, según lo que ellos calculaban, había enganchado, que te puedo decir, cien millones de lucecitas de colores que hacían unos dibujos increíbles entre los edificios y sobre el cielo azul oscuro borrando el titilar de las estrellas del universo. El espectacular encendido de semejante fantasía los había sorprendido tirando del carrito como siempre. Sintieron un ¡chufff! como un fogonazo y después toda la gente al mismo tiempo colgó en el aire un ¡ooooooh! estirado y pletórico. En ese momento el Pachuca y el Cachirulo se agacharon al mismo tiempo creyendo que algún desaprensivo había tirado una cañita voladora gigante, pero no, eran las lucecitas de colores que hicieron estremecer el cableado eléctrico chupando voltios de la usina a tutiplén y haciéndolos reventar en los filamentos de las lamparitas.
Oh, demonio torturador de sonrisas infantiles y de vidas tan sutiles y de esperanzas civiles. Inclaudicable profanador de la estabilidad de las democracias campeando a sus anchas por las estrecheces de las almas de las gentes de los pueblos, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanto sarcasmo?, ¿cuánto vale una noche buena en paz y sendas flores y un fin de año con todo el amor de los amores?, ¿cuánto?, así te dejás de joder.
Una vez reestablecidos del primer impacto emocional, el Cachirulo y el Pachuca, sin despegar las manos de la cabeza, levantaron la vista como la deben haber levantado las pastorcitas de Lourdes cuando, después de un fogonazo semejante, se les apareció la virgen María en medio de la humareda, solo que estos dos no vieron a la virgen santa sino que quedaron encandilados por un resplandor que iba del violáceo al azulino sin orden de continuidad. La mandíbula inferior se les quedó abierta de par en par y entonces sí, despegaron las manos de la cabeza y se las apoyaron sobre sus bocas para que no se les escapara el alma por entre los suspiros de la oquedad. En realidad todo el mundo había hecho mas o menos el mismo gesto al unísono, lo que les igualaba la actitud como se supone que el aspecto de todos y cada uno se iguala ante los ojos de dios. Donde no se igualaban las cosas era en la patética imagen del cúmulo de basura que desbordaba el carrito, magnificado por las luces superiores, mostrando una pátina gris pastel provocada por el polvo de sus búsquedas mugrientas y por las grasas de las capitales como decía García, que distaba horrores del brillo de los Mercedes Benz, del brillo de las dentaduras, del brillo de los apellidos dobles y del brillo de la opulencia que a su vez reflejaba el brillo de los cien millones de lucecitas de colores.
Oh, demonio maltratador de porvenires venturosos o no tan venturosos pero igualmente honrosos. Inconmovible asesino de bienestares, seleccionando alegrías para desollar y cariños para degollar y bienaventuranzas para decapitar, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanta amargura?, ¿cuánto vale una nochebuena en paz y caramelos para todos y un fin de año con más vuelo entre los vuelos, ¿cuánto?, así te dejás de joder.
El Cachirulo y el Pachuca estaban en una situación parecida a la que sentían inmersos en el clima interior de la calesita, con todas esas luces y sus reflejos y sus vueltas ensoñadoras y sus amigos de travesuras pero potenciadas por el efecto multiplicador de esa extraña bondad anual que ataca el corazón de los mortales, por el efecto multiplicador de la mirada tierna y compasiva que nos lanza un nene desnudo pero sobre todo rubio desde su pesebre inmortal y por el efecto multiplicador del papel moneda que en los diciembres, quien sabe por qué extraña razón, se usa más para regalar juguetes que para comprar cuadernos a rayas. Lentamente, como los movimientos que hacen los astronautas cuando flotan en la ingravidez, el Cachirulo y el Pachuca se fueron trepando al carrito y se sentaron en la parva recolectada. Sin desconectar los ojos de la mágica iluminación que, a medida que entraba en calor dejaba escapar unos chirridos de chicharra como los del matabichos eléctrico de la heladería, se fueron recostando espalda con espalda, hacía un calor enorme pero sentían una especie de escalofrío reconfortante y entonces, el Pachuca, de una vida tan dura como la dureza de un mendrugo de pan, sintió que el brillo más brillo de todos lo brillos del mundo entero le brotó por los ojos reflejando los cien millones de lucecitas de colores, se le desbarrancó por la mejilla quemándole la cara de emoción y explotó en la vereda con el valor incalculable de una lágrima compartida con toda la sociedad, salpicando de vergüenza la decodificación humana de todas sus clases sociales.
Oh, demonio del diablo mas diablo entre los diablos, destructor de confianzas y remembranzas y esperanzas. Demonio del diablo dilapidador de futuros y profanador de conjuros y corruptor de corazones puros, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanta injusticia?, ¿cuánto vale una nochebuena en paz para el alma suburbana del Cachirulo y un fin de año sin lágrimas para los ojos acreedores del Pachuca?, ¿cuánto?, así te dejás de joder.

jueves, 10 de febrero de 2011

Freak City (o un amor en cada puerto)

Freak City capítulo 4 / tinta Windsor & Newton negra, pincel PMO 16 Vallejo Paint Master, pluma Brauser & Co Nº 65 Iserlohn Germany, Pluma Brauser & Co Ornament 500 Germany y ceras acuarelables Acualux sobre cartulinas Graft it 90 g Sketh 41 Ib / Click sobre las imágenes para ampliar.

¿Existirán los amores marineros?
¿Un amor en cada puerto, existirá?

¿Existirá el amor de aquí te espero
o el amor del por favor no te vayás?

¿Y el amor que hace perder el equilibrio?
¿Y el amor al que le dicen que es de libro?
No se yo si tanto amor existirá.

lunes, 7 de febrero de 2011

Freack City

Freak City capítulo 4 / tinta Windsor & Newton negra, pincel PMO 16 Vallejo Paint Master, pluma Brauser & Co Nº 65 Iserlohn Germany, Pluma Brauser & Co Ornament 500 Germany y ceras acuarelables Acualux sobre cartulinas Graft it 90 g Sketh 41 Ib / Click sobre las imágenes para ampliar.
¿Habrá todavía gente que se acueste después de mirar un rato la luz de millones de estrellas y que se levante cuando escuche cantar al gallo?. ¿Habrá todavía amantes trasnochados que vuelvan volando de amor a sus alcobas?. En Freak City si, creo que si.