miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz año nueve, el año donde la guita llueve

Página perteneciente a la historieta "El desmitificador argentino" de próxima aparición en la revista Fierro de Buenos Aires. (Click sobre la imagen para ampliar).
Se me llenó el consistorio de cupidos sinvergüenzas,
les gusta hacerse la paja mientras llora el bandoneón
y la tarde pelirroja desenredando sus trenzas
yace decúbito prono sin bombacha en el colchón.

viernes, 26 de diciembre de 2008

El desmitificador argentino

Viñeta perteneciente a la historieta "El desmitificador argentino", de próxima aparición en la revista Fierro de Buenos Aires. / Lápiz sobre papel gris.

martes, 23 de diciembre de 2008

Polenta con pajaritos! (5)

Polenta con pajaritos Capítulo 5 Página 6 y última (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (5)

Polenta con pajaritos Capítulo 5 Página 5 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (5)

Polenta con pajaritos Capítulo 5 Página 4 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (5)

Polenta con pajaritos Capítulo 5 Página 3 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (5)

Polenta con pajaritos Capítulo 5 Página 2 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (5)

Polenta con pajaritos Capítulo 5 Página 1 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (4)

Polenta con pajaritos Capítulo 4 Página 6 y última (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (4)

Polenta con pajaritos Capítulo 4 Página 5 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (4)

Polenta con pajaritos Capítulo 4 Página 4 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (4)

Polenta con pajaritos Capítulo 4 Página 3 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (4)

Polenta con pajaritos Capítulo 4 Página 2 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (4)

Polenta con pajaritos Capítulo 4 Página 1 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

sábado, 20 de diciembre de 2008

Freak City

Página 1 correspondiente al capítulo 3 de la historieta Freak City / De próxima aparición en la revista Fierro, Buenos Aires, Argentina / Clik sobre la imagen para ampliar

jueves, 18 de diciembre de 2008

Lea revista Fierro

Página 1 del capítulo 3 de la historieta "El lector dormido" aparecida en la revista Fierro Nº 26. Noviembre del 2008. (Click sobre la imagen para ampliar)

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Polenta con pajaritos! (3)

Polenta con pajaritos Capítulo 3 Página 6 y última (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (3)

Polenta con pajaritos Capítulo 3 Página 5 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (3)

Polenta con pajaritos Capítulo 3 Página 4 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (3)

Polenta con pajaritos Capítulo 3 Página 3 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (3)

Polenta con pajaritos Capítulo 3 Página 2 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (3)

Polenta con pajaritos Capítulo 3 Página 1 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

domingo, 14 de diciembre de 2008

El ángel de lata

LOS VUELOS RASANTES DEL ÁNGEL DELATOR
La anarquía de la muerte
Con los brazos cruzados, recostada en las rejas del lado de afuera de una celda, bamboleando la cabeza de un lado para el otro y mostrando esa sonrisa de conformidad con la que, bienintencionadamente, nos engañan los disconformes, Norita parecía querer decirme algo. Yo justo estaba por salir volando de la penitenciaría, un superpoder con el que contamos nosotros, los ángeles de lata, desde que nos enseñó a ponerlo en práctica el por fin eterno ex convicto Cañete cuando llegó aquí arriba. Me di vuelta en el aire y quedé suspendido en la atmósfera intragable de la que hacen gala todos los pasillos de todas las cárceles de todo el mundo por mas que alardeen de ser modelo. Ella despegó la espalda de las rejas y avanzó unos pocos pasos dejándome ver sus alas nuevas, se detuvo en una franja de luz tibia que entraba por un ventanuco, millones de partículas de polvo bailaron suspendidas como brillitos de vida sosteniendo sus pies descalzos en el aire y, recortando el miedo de las penumbras azules, me mostró la mas valerosa y humana de sus miradas. Entonces extendió los brazos y apenas movió las alas para llegar hasta donde yo estaba, a una altura considerable de la estúpida firmeza del suelo y rozando las manchas de humedad de los injustos cielorrasos.
-¿Cómo hiciste eso?- le pregunté, haciéndome el tonto, porque se perfectamente como hace la gente para morirse.
-No me quiero ir- me respondió ella sin contestar y al mismo tiempo contestando a mi pregunta y apoyando las palmas de sus manos sobre mis hombros. Instintivamente agité el dedo índice y fruncí el ceño. -Los que sabemos de cárceles nunca decimos frases como esa, Norita- le dije a modo de gracioso reproche y haciéndome otra vez el tonto porque también sé perfectamente que la vida no es la cárcel por mas que se le parezca bastante y porque, los que conocemos a Norita, sabemos que viniendo de ella, esa especie de reclamo vital nunca se hubiera tratado de un capricho y mucho menos de un deseo, sino fuera porque era el último.
Abrió grandes los ojos mostrándome todo el empeño de su propuesta y estiró con fuerza los labios marcándome con una sonrisa toda la dulzura de las insistencias positivamente obstinadas. -No me quiero ir- repitió casi convincente.
Entonces, refunfuñando, entreabrí el portafolios de mi alma, saque la denuncia que la Coordinadora de Trabajo Carcelario elevó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, unos cuantos papeles develando los graves hechos de tortura aplicadas a niños alojados en el IRAR, unos cuantos papeles acusando al Servicio Penitenciario Provincial, unos cuantos papeles ambiciosos de justicia, de amor al prójimo, de convicción humanitaria, y se los di. Ella se reclinó y sin ni siquiera perder el tiempo que tenía perdido, se los apoyó sobre las rodillas y ahí mismo, flotando en la ingratitud de las despedidas, con una birome azul trazo grueso argentina escribió entre líneas y de puño y letra, “prometo que me voy a ir recién cuando vea cumplido mi último deseo” y entusiasmada firmó, Norita.
Me aseguré de que ningún carcelero nos estuviera viendo y me volví a guardar los papeles en el pecho con la mayor serenidad posible para evitar la estruendosa aclamación al respeto que me merecía semejante acto de nobleza. -Los ángeles de lata somos así- le dije orgulloso y en vos baja, sin dejar de hacerme el tonto y esta vez, la verdad, para aguantar la traición salada de las emociones -sabemos que la empresa es difícil y que la muerte es anárquica-.
-No te preocupes- me dijo ella -puedo ser mas anarquista que la propia muerte- y haciendo un chasquido con los dedos volvió a poner en marcha su corazón, resucitó girando sobre sus talones y se fue a vendarle los tajos a un pibe que se había acariciado las venas con una yilé para intentar salir de aquel infierno. Me quedé pensando en la generosidad implícita de los últimos deseos que algunas personas dejan para que se les cumplan a los demás. La convicción de alguna gente, como Norita, no tiene límites, sean estos precisos o imprecisos, así que si la vislumbran apechugando por ahí, no me vengan después con que no les avisé. Felices fiestas.

Norita Giavedoni tenía 33 años y era miembro de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC), una ONG que trabaja en la defensa de las personas privadas de su libertad, visitan cárceles y comisarías de la provincia de Santa Fé y, entre otras actividades, se ofrecen como mediadores (que ya es decir) y median en los motines y otros conflictos. La muerte es una mierda, nada más.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Polenta con pajaritos! (2)

Polenta con pajaritos Capítulo 2 Página 6 y última (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (2)

Polenta con pajaritos Capítulo 2 Página 5 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (2)

Polenta con pajaritos Capítulo 2 Página 4 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (2)

Polenta con pajaritos Capítulo 2 Página 3 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (2)

Polenta con pajaritos Capítulo 2 Página 2 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (2)

Polenta con pajaritos Capítulo 2 Página 1 (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

martes, 9 de diciembre de 2008

Cartas de Tarot

Cartas de Tarot. Los 22 arcanos mayores (mas el reverso y una carta protectora, las que están sobre fondo negro) / Lápiz sanguina, lápiz sepia, lápiz sombra, pasteles Rembrant, lápices pastel, lápices de colores y difumino sobre papel madera.

Freak City

Viñeta pertenenciente al capítulo 3 de la historieta "Freak City", de próxima aparición en la revista "Fierro". / Lápiz grafito sobre papel.

Freak City

Viñeta pertenenciente al capítulo 3 de la historieta "Freak City", de próxima aparición en la revista "Fierro". / Lápiz grafito sobre papel.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Polenta con pajaritos! (1)

Polenta con pajaritos Capítulo 1 Página 6 y última (Clik sobre la imagen para ampliar). / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (1)

Polenta con pajaritos Capítulo 1 Página 5. (Clik sobre la imagen para ampliar) / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (1)

Polenta con pajaritos Capítulo 1 Página 4. (Clik sobre la imagen para ampliar) / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (1)

Polenta con pajaritos Capítulo 1 Página 3. (Clik sobre la imagen para ampliar) / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (1)

Polenta con pajaritos Capítulo 1 Página 2. (Clik sobre la imagen para ampliar) / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

Polenta con pajaritos! (1)

Polenta con pajaritos Capítulo 1 Página 1. (Clik sobre la imagen para ampliar) / Para coleccionistas / Publicada en la revista Fierro (segunda época)

domingo, 7 de diciembre de 2008

Lea revista Fierro

Ilustración para el suplemento "Picado grueso" de la revista Fierro. / Lápiz sanguina, lápiz sepia, lápiz carbón, lápiz pastel blanco y lápices de colores sobre papel madera.

Lea revista Fierro

Ilustraciones para el suplemento "Picado grueso" de la revista Fierro. / Lápiz sanguina, lápiz sepia, lápiz carbón, lápiz pastel blanco y lápices de colores sobre papel madera.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Lea revista La Luciérnaga

CUENTO ALIMENTO
El diablo mas diablo entre los diablos
Oh, demonio recaudador de impuestos descomunales y de caudales criminales y de herencias ancestrales. Impertérrito exterminador de días felices deambulando por la nefasta soledad de las fiestas y de la vida y de la historia, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanta indolencia?, ¿cuánto vale una nochebuena en paz y dulces panes y un fin de año y mejor principio de copas de cristales?, ¿cuánto?, así te dejás de joder.
El cachirulo y el Pachuca se quedaron hasta muy tarde en el centro de la ciudad, anonadados. Alguien, con muchísima plata seguramente, según lo que ellos calculaban, había enganchado, que te puedo decir, cien millones de lucecitas de colores que hacían unos dibujos increíbles entre los edificios y sobre el cielo azul oscuro borrando el titilar de las estrellas del universo. El espectacular encendido de semejante fantasía los había sorprendido tirando del carrito como siempre. Sintieron un ¡chufff! como un fogonazo y después toda la gente al mismo tiempo colgó en el aire un ¡ooooooh! estirado y pletórico. En ese momento el Pachuca y el Cachirulo se agacharon al mismo tiempo creyendo que algún desaprensivo había tirado una cañita voladora gigante, pero no, eran las lucecitas de colores que hicieron estremecer el cableado eléctrico chupando voltios a tutiplén de la usina y haciéndolos reventar en los filamentos de las lamparitas.
Oh, demonio torturador de sonrisas infantiles y de vidas tan sutiles y de esperanzas civiles. Inclaudicable profanador de la estabilidad de las democracias campeando a sus anchas por las estrecheces de las almas de las gentes de los pueblos, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanto sarcasmo?, ¿cuánto vale una noche buena en paz y sendas flores y un fin de año con todo el amor de los amores?, ¿cuánto?, así te dejás de joder.
Una vez reestablecidos del primer impacto emocional, el Cachirulo y el Pachuca, sin despegar las manos de la cabeza, levantaron la vista como la deben haber levantado las pastorcitas de Lourdes cuando, después de un fogonazo semejante, se les apareció la virgen María en medio de la humareda, solo que estos dos no vieron a la virgen santa sino que quedaron encandilados por un resplandor que iba del violáceo al azulino sin orden de continuidad. La mandíbula inferior se les quedó abierta de par en par y entonces sí, despegaron las manos de la cabeza y se las apoyaron sobre sus bocas para que no se les escapara el alma por entre los suspiros de la oquedad. En realidad todo el mundo había hecho mas o menos el mismo gesto al unísono, lo que les igualaba la actitud como se supone que el aspecto de todos y cada uno se iguala ante los ojos de dios. Donde no se igualaban las cosas era en la patética imagen del cúmulo de basura que desbordaba el carrito magnificado por las luces superiores, mostrando una pátina gris pastel provocada por el polvo de sus búsquedas mugrientas y por las grasas de las capitales como decía García, que distaba horrores del brillo de los Mercedes Benz, del brillo de las dentaduras, del brillo de los apellidos dobles y del brillo de la opulencia que a su vez reflejaba el brillo de los cien millones de lucecitas de colores.
Oh, demonio maltratador de porvenires venturosos o no tan venturosos pero igualmente honrosos. Inconmovible asesino de bienestares, seleccionando alegrías para desollar y cariños para degollar y bienaventuranzas para decapitar, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanta amargura?, ¿cuánto vale una nochebuena en paz y caramelos para todos y un fin de año con más vuelo entre los vuelos, ¿cuánto?, así te dejás de joder.
El Cachirulo y el Pachuca estaban en una situación parecida a la que sentían inmersos en el clima interior de la calesita, con todas esas luces y sus reflejos y sus vueltas ensoñadoras y sus amigos de travesuras pero potenciadas por el efecto multiplicador de esa extraña bondad anual que ataca el corazón de los mortales, por el efecto multiplicador de la mirada tierna y compasiva que nos lanza un nene desnudo pero sobre todo rubio desde su pesebre inmortal y por el efecto multiplicador del papel moneda que en los diciembres, quien sabe porque extraña razón, se usa más para regalar juguetes que para comprar cuadernos a rayas. Lentamente, como los movimientos que hacen los astronautas cuando flotan en la ingravidez, el Cachirulo y el Pachuca se fueron trepando al carrito y se sentaron en la parva recolectada. Sin desconectar los ojos de la mágica iluminación que, a medida que entraba en calor dejaba escapar unos chirridos de chicharra como los del matabichos eléctrico de la heladería, se fueron recostando espalda con espalda, hacía un calor enorme pero sentían una especie de escalofrío reconfortante y entonces, el Pachuca, de una vida tan dura como la dureza de un mendrugo de pan, sintió que el brillo más brillo de todos lo brillos del mundo entero le brotó por los ojos reflejando los cien millones de lucecitas de colores, se le desbarrancó por la mejilla quemándole la cara de emoción y explotó en la vereda con el valor incalculable de una lágrima compartida con toda la sociedad, salpicando de vergüenza la decodificación humana de todas sus clases sociales.
Oh, demonio del diablo mas diablo entre los diablos, destructor de confianzas y remembranzas y esperanzas. Demonio del diablo dilapidador de futuros y profanador de conjuros y corruptor de corazones puros, ¿qué mal te hemos hecho nosotros, los pobres de los pobres de los pobres de la Tierra para que nos vengas a endosar tanta injusticia?, ¿cuánto vale una nochebuena en paz para el alma suburbana del Cachirulo y un fin de año sin lágrimas para los ojos acreedores del Pachuca?, ¿cuánto?, así te dejás de joder.